Hoy víernes 12 de marzo en punto de las once quince minutos, estuvimos con el Ministro Juan Manuel Silva Meza, las madres de familia, estaban con mucho entusiasmo a pesar de que antes vari@s compañer@s les decían, que se esperaran hasta que no supieran quien seria el proyectista (al que le corresponde elaborar la ponencia sobre los amparos)
-- ¿esperar? cuando no hemos hecho otra cosas que esperar
--¡no!, ¡vamos!, el propósito es ir muchas veces, tantas como sean necesarias hasta hacerles entender que ¡nuestros hijos son inocentes! ¡que han estado injustamente presos ya por casi cuatro años!
--¡que ya no queremos que sean más días, meses, años, no!, ¡ya los queremos líbres!
El camino para llegar hasta estas oficinas fue largo, primero en la tapo, no reunimos las madres y un padre que no quiso dejarnos solas
De ahí al metro, --Vamos hasta insurgentes de ahí nos bajamos y nos subimos ¡al metrobus!
Y en el metro, los apretujones, los pies cansados pero ningún asiento para descanzarlos, ¡y bienen los recuerdos¡
--¡Si viera! recuerda la mamá de Inés Rodolfo, --cuando estaban en Toluca, ¡este hera mi camino! cargando mis bolsas de comida y así como ahorita, ¡nadie que nos sediera el asiento!
--¡no, yo no aguante! comentaba la mamá de Julio Cesar, la suerte es que mis hermanos tienen carros, pués son comerciantes, así que les suplicaba que me llevaran, ¡lo bueno es que son varios! entonces se turnaban, ¡no, con mis pies de diabética, ya me hubieran mochado la pata!
--Mum, ¡no, ni Dios lo quiera!, la verdad cuanto hemos sufrido todas la familias, comenta Trini, hermana de Rodolfo
Así llenas de recuerdos, llegamos a Insurgentes, bajamos del metro y subir al metrobus, de ahí tenemos que bajarnos en "Altavista" y luego caminar sobre la calle del "vips"
Al llegar ya nos esperaba uno de seguridad
--¿Son las madres de los presos? pregunta en tono "amable"
--¡Sí, somos las madres de los PRESOS POLÍTICOS por el caso Atenco del 3 y 4 de mayo del 2006!
--Pasen, pasen, por aquí, ya no se registren, estan en la lista, pasen el Ministro las espera
Ya en el elebador, Maribel pregunta
--¿Y Aurora, dijo que nos alcanzaría aquí?
Le hablamos de inmediato por teléfono
--¿por donde viene Aurora, donde está?
se oye con mucha interferencia --Ya estoy en insurgentes, voy a tomar un taxi, ya las alcanzo
La secretaria nos dice
--Pasen por favor, el Ministro las espera
En ese momento se toma la decisión,
--Mire señorita, una mamá viene retrasada, tuvo que terminar su turno de trabajo, pero ya viene cerca, que pase la otra persona que espera al Ministro y luego entramos nosotras ¿se puede?
--si, claro, cuando esten todas me avisan por favor
Los minutos se hacen más largos y luego la llamada de los muchachos desde molinos
--No, aún no nos reciben, en veínte minutos, sí habla por favor en veninte minutos
Otra llamada a Aurora,
--Sí ya estoy por el Hotel de México, sí voy en taxi
Al fin después de varios minutos que se hacen eternos, llega Aurora, seguida del Profe Alfonso, quien dice Aurora fué su salvación
--El chofer del taxi dijo que mi billete ¡es falso! pero el Profe aparecio y me tuvo que prestar para poder pagar, ahora a ver que hago, onde que es de ¡doscientos pesos!
--Ya estamos todas, señorita
--Pasen, pasen, por favor
El Ministro, hombre alto de cabeza blanca, amable sonrie, nos cuenta y dice
--Para las mujeres alcanzan las sillas, los hombres nos quedamos de pie
--Si, si, no hay problema responden Don Coyote papá de Julio Cesar y el Profe
El Ministro comienza la "platica"
--Pues ya nos conocemos, sí, yo fuí el que solicito la atracción del caso, creemos que podemos resolver como en el caso Acteal, que por ahí andan las cosas que estan erroneas, entonces....
--Pues mire Ministro, dice mamá Maribel, venímos a decirle que ya no queremos que nuestros hijos sigan presos, que ellos son inocentes, que nosotros decímos ¡EL ESTADO LOS TIENE SECUESTRADOS! porque ellos son totalmente inocentes y mire, ya son casi cuatro años, no ya no es justo, por eso venímos
--Viera nuestro dolor, nuestro sufrimiento de ver a nuestros hijos tan jóvenes, de ver cuando se enferman, por insignificante que sea una tos, un resfriado, no podemos darles nada, llevarles medicinas, y luego en la enfermería no tienen nada, eso es un poco de lo que sufren adentro-- comenta la mamá de Lalo.
--¿Cuantos años tienen sus hijos?
--Todos son jóvenes, dos acababan de cumplir los 18, de ahí, 23 y 35, 40 es el mayor
--Mi pena de ver a mi hijo ahí, es tan grande que todos mis males se han aumentado y mi temor, es no ver a mi hijo en libertad--comenta la mamá de Rodolfo
--Miren, si, yo entiendo todo su sufrimiento, he visto, me ha tocado escuchar el cerrojo de la cárcel y ese temor que siempre se siente, aún cuando sabemos que no nos vamos a quedar ahí, de no salir, de verdad, de verdad las entiendo.
Yo me comprometo aquí con ustedes a que revisaremos minusiosamente el caso, que por eso se atrajo y ....
--Si señor, gracias por ese compromiso, pero queremos que ya no sea más largas y largas,
--Entiendo y veo su desesperación, pero esto de la ley si es un poco lento, entiendan por favor, yo no les puedo ofrecer que sean, en un tiempo determinado, no les quiero quedar mal
--Sí, pero nos puede decir ¿cuando se designa al proyectista?
--Mum, precisamente antes de que ustedes pasaran yo recabe información, me acaban de decir que ya "turnaron"para que se haga la ponencia, la semana que entra se designa al proyectista y luego, si yo les recomiendo que lo vengan a ver, que platiquen con todos los ministros, hay mucha sencibilidad para este caso, sobre todo les digo por la semejanza con Acteal, por eso mismo se atrajo el caso.
--Pues tenga la seguridad Ministro que aquí estaremos, estaremos una y otra vez, con todos los ministros, hasta que entiendan que nuestros hijos son ¡INOCENTES Y LOS QUEREMOS LIBRES YA!
Y así, haciendo patente que volveran todas las veces que sean necesarias, se despidieron las madres del Ministro, reiterandole la inocencia de los compañeros
Casi al iniciar la platica el Ministro tambíen escucho la voz de Inés Rodolfo, quien le expreso el sentir de los nueve que se encuentran en Molino y de la injusticia de todo el caso Atenco, con él nuevamente se comprometio a revisar con mucha disposición el caso y la similitud con el caso Acteal.
Las madres se retiraron, no satisfechas, pero si combencidas de que esta visita fue el inicio de toda la batalla que iniciaran con mayor fuerza hasta lograr la librtad de sus hijos.
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